La palabra es uno de los elementos más importantes que tiene el orador para comunicarse, sale al exterior a través de la voz.
Para brindarle los usos y los cuidados adecuados a la voz, es preciso conocer el funcionamiento del organismo para su producción a través de sus cinco sistemas; además es importante reconocer y aplicar la respiración correcta y la articulación adecuada para que nuestros discursos posean el volumen, la proyección y la claridad necesarios.
Asimismo, a través de la palabra, se pueden expresar necesidades y sentimientos, pensemos en la palabra y en la multiplicidad de significados que puede tener de acuerdo al tono, al volumen y a la velocidad con la que se diga; puede significar un sí, un no, o un no sé, se puede usar para ironizar, retar, ordenar o afirmar.
Un discurso dicho, exactamente con las mismas palabras, puede ser muy entretenido o muy aburrido de acuerdo al ritmo, las pausas, los silencios y las entonaciones que le imprima el orador. A todos esos elementos le llamamos componentes del discurso y deben ser muy tenidos en cuenta a la hora de realizar presentaciones en público.
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