La lección más importante que puede aprender el hombre en la vida no es que en el mundo existe el miedo, sino que depende de nosotros sacar provecho de él y que nos es permitido transformarlo en valor. Tagore
¿Qué es el miedo?
Comenzaremos a definir que es el miedo. El psicólogo, Giorgio Nardone afirma en su libro "Más allá del miedo" que son construcciones mentales creadas por el propio sujeto, llegando al punto tal de asustarnos, es decir, como podemos fantasear de la misma manera podemos temer. Sin embargo, precisamente porque es una construcción nuestra es que podemos también desconstruir ese miedo.
Prosigue, el miedo es una percepción que desencadena una emoción que, a su vez, genera una reacción psicofisiológica. Mientras que la ansiedad es ese efecto psicofisiológico de esta percepción. El miedo si lo tomamos como una emoción psicobiológica, es normal y fundamental para la adaptación de los animales y de los seres humanos en su ambiente.
Sin una dosis de miedo no se sobrevive, puesto que es una reacción que nos alerta frente a los peligros reales y nos permite afrontar tales situaciones después de haberlas reconocido como peligrosas. Podemos considerar el siguiente ejemplo, si ciertos animales herbívoros no huyeran apenas reconocen el peligro de ser atacados por depredadores, estos últimos se los devorarían, extinguiendo así la especie. Es de esta forma que los animales herbívoros logran sobrevivir.
Pero el miedo cuando supera cierto umbral, cuando nos bloquea y el sujeto se vuelve incapaz de reaccionar de manera idónea de acuerdo con los acontecimientos, ahí estaríamos hablando de miedo patológico.
El miedo normal incrementa nuestras capacidades para manejar la realidad, el miedo patológico limita e incluso anula la capacidad, nos impide desarrollar nuestros deseos.
Sin una dosis de miedo no se sobrevive, puesto que es una reacción que nos alerta frente a los peligros reales y nos permite afrontar tales situaciones después de haberlas reconocido como peligrosas.
Comenzaremos a definir que es el miedo. El psicólogo, Giorgio Nardone afirma en su libro "Más allá del miedo" que son construcciones mentales creadas por el propio sujeto, llegando al punto tal de asustarnos, es decir, como podemos fantasear de la misma manera podemos temer. Sin embargo, precisamente porque es una construcción nuestra es que podemos también desconstruir ese miedo.
Prosigue, el miedo es una percepción que desencadena una emoción que, a su vez, genera una reacción psicofisiológica. Mientras que la ansiedad es ese efecto psicofisiológico de esta percepción. El miedo si lo tomamos como una emoción psicobiológica, es normal y fundamental para la adaptación de los animales y de los seres humanos en su ambiente.
Sin una dosis de miedo no se sobrevive, puesto que es una reacción que nos alerta frente a los peligros reales y nos permite afrontar tales situaciones después de haberlas reconocido como peligrosas. Podemos considerar el siguiente ejemplo, si ciertos animales herbívoros no huyeran apenas reconocen el peligro de ser atacados por depredadores, estos últimos se los devorarían, extinguiendo así la especie. Es de esta forma que los animales herbívoros logran sobrevivir.
Pero el miedo cuando supera cierto umbral, cuando nos bloquea y el sujeto se vuelve incapaz de reaccionar de manera idónea de acuerdo con los acontecimientos, ahí estaríamos hablando de miedo patológico.
El miedo normal incrementa nuestras capacidades para manejar la realidad, el miedo patológico limita e incluso anula la capacidad, nos impide desarrollar nuestros deseos.
Sin una dosis de miedo no se sobrevive, puesto que es una reacción que nos alerta frente a los peligros reales y nos permite afrontar tales situaciones después de haberlas reconocido como peligrosas.
Miedo a hablar en público
El público no es nuestro enemigo, sino que al contrario, son personas que consideran que el orador puede aportarles algo, que no van a perder el tiempo escuchándolo. El miedo a hablar en público aparece ante situaciones diversas tales como; dar una charla, hacer preguntas en una conferencia, expresar una opinión en una discusión de grupo, rendir un examen, entre otros. Tener miedo ante una intervención pública es normal y no por ello se considerará a la persona como débil e insegura.
Ahora bien, es importante analizar el miedo que a uno lo amenaza y tratar de descubrir las causas que lo originan. Después de detenernos a pensar sobre esto, podremos observar que gran parte de ese miedo es irracional, es decir no obedece a motivos lógicos.
En nosotros se ponen en juego procesos cognitivos, ante situaciones como las anteriormente mencionadas, es decir, se generan pensamientos o imágenes con las siguientes características:
• Anticipación de conductas desfavorables (pensarán que digo tonterías)
• Evaluación negativa de la situación (hablar en público es realmente horrible)
• Evaluación negativa de uno mismo (nunca seré capaz de conseguirlo)
• Evaluación negativa de la propia actuación (lo estoy haciendo mal)
• Evaluación negativa de la situación (hablar en público es realmente horrible)
• Evaluación negativa de uno mismo (nunca seré capaz de conseguirlo)
• Evaluación negativa de la propia actuación (lo estoy haciendo mal)
Puede resulta importante preguntarse previamente ante los pensamientos negativos o desadaptativos:
¿Qué evidencia hay a favor y cuál en contra de que eso sea así?
Pensar así ¿Ayuda a mi objetivo?
Y si fuera cierto ¿Qué es lo peor que me podría pasar?
Mientras que hay otro tipo de miedo que si es racional, hay una posibilidad de que determinadas situaciones se presenten como quedarse en blanco, no saber contestar una pregunta o que no funcione el proyector.
¿Qué evidencia hay a favor y cuál en contra de que eso sea así?
Pensar así ¿Ayuda a mi objetivo?
Y si fuera cierto ¿Qué es lo peor que me podría pasar?
Mientras que hay otro tipo de miedo que si es racional, hay una posibilidad de que determinadas situaciones se presenten como quedarse en blanco, no saber contestar una pregunta o que no funcione el proyector.
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